Publicado 28-04-2015 EL COMERCIO.ES
Las terrazas hosteleras de Cimadevilla y la zona centro fueron las más beneficiadas por el trasiego de británicos
El arranque de la temporada de cruceros en El Musel llenó el pasado sábado de turistas con acento británico las terrazas hosteleras de Cimadevilla y el centro urbano. El trasiego de los cruceristas del ‘Anthem of the Seas’ por las inmediaciones del Puerto Deportivo y la plaza Mayor -de aquellos que no se quedaron en el megabarco ni contrataron excursiones- dio colorido a la ciudad, que disfrutó del buen tiempo y estuvo a tope también por la presencia de los atletas participantes en la media maratón, los congresistas del Congreso Nacional de Clínicas de Reproducción Asistida y las puertas abiertas del aniversario del Botánico.
Borja Cortina, de El Palacio, asegura que por su terraza en la plaza del Marqués, como la del resto de establecimientos de la zona, «pasó mucho público extranjero, sobre todo a partir de la una de la tarde, porque hizo un día precioso». «Tuvimos las mesas de fuera llenas todo el rato. La mayor demanda fue de consumiciones y aperitivos, no tanto de comidas», anota.
Desde la Asociación de Hostelería, su presidente Ricardo Álvarez reconoce que el movimiento de cruceristas fue patente en el cogollo más emblemático y turístico, pero no pasó del Parchís. Álvarez afirma, no obstante, que ni la escala de este megacrucero tecnológico varias horas en la ciudad ni el resto de citas del pasado fin de semana han conseguido dar continuidad a «la buena Semana Santa» que tuvo su sector este año. «Caen cuatro gotas y la gente no sale. Parece que quedaron todos caninos tras las vacaciones», lamenta.
Lorena, empleada de la tienda de Les Camisetes de la calle San Bernardo, asegura que las ventas se animaron con el desfile de parte de los 4.108 integrantes del pasaje del ‘Anthem of the Seas’. Los turistas británicos llegaron incluso a la plaza de Romualdo Alvargonzález. De ello da fe David Argüelles, presidente de la Unión de Comerciantes y propietario de Ski Service. «Entraron preguntándome por unas gafas de piscina, seguramente para las de su barco», señala.
El Musel, si se cumplen las previsiones, recibirá este año doce escalas de cruceros (tres más que en 2014) con capacidad máxima para 16.962 pasajeros y 7.973 tripulantes. Registra una evolución ascendente, aunque todavía muy alejada de puertos del Mediterráneo o mejor situados en travesías desde los países del Mar del Norte, como Vigo o La Coruña.
La rentabilidad de los cruceros es más clara para la ciudad que para el puerto, pues este año serán cerca de 16.000 pasajeros los que harán escala en Gijón. En 2016 están previstas 16 escalas que traerán 30.000 pasajeros.